Muchas veces hemos visto
imágenes que nos llaman la atención. Dos hombres en El Cairo o Karachi pasean
de la mano, se agarran de la cintura o incluso ofrecen su regazo para que el
otro descanse su cabeza.
Cada cultura define el punto
del contacto físico que considera aceptable, tanto varón-mujer, mujer-mujer o
varón-varón. Este grado varia muchísimo dependiendo de las tradiciones
regionales, o culturales, pero en ningún sitio el contacto físico entre varones
es tan llamativo como entre amigos o colegas de oriente medio.
Además la represión en estos países está tan
generalizada en casi todos los aspectos de su vida cotidiana que la naturalidad
con la que se acepta este tipo contacto físico en público nos sorprende y nos
intriga.
¿Qué harán esos dos jóvenes impetuosos cuando tengan un momento de intimidad? ¿Aceptan con tanta naturalidad la prohibición de cualquier contacto sexual femenino porque sus camaradas les ofrecen otras vías de escape no menos placenteras?
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